El poder del arte popular | canalipe.tv

“En el Perú tenemos un gran acervo de manifestaciones tradicionales”, nos cuenta Estela Miranda, directora del Museo Nacional de la Cultura Peruana. En esta sala se pueden apreciar expresiones artísticas de distintos tipos: textiles, mates burilados, retablos, cerámica, Tablas de Sarhua y más. Todas estas formas de arte popular nos cuentan una parte de nuestra historia.

Junto a ella está el reconocido maestro ayacuchano César Urbano, quien practica el arte del Retablo ayacuchano desde los nueve años y estudió en la Escuela Particular de Artesanía, fundada por su padre Julio y su tío, Jesús Urbano. Ahora, esos conocimientos y amor por las costumbres se transmiten a miembros más jóvenes de su familia.

“Nos sentimos orgullosos por transmitir a nuestros hijos. Estamos dejando un legado para que no desaparezca nuestro arte popular. Un pueblo sin cultura no demuestra lo que es”, afirma.

Historias que marcan

El maestro Urbano señala que la parte más importante del proceso para elaborar el mensaje de una obra es la observación. “Parece mentira, pero aunque no nos gustaba ir a las fiestas, teníamos que ir porque teníamos que involucrarnos para poder plasmar las historias”. A partir de sus recuerdos, el artista regresaba a su taller y plasmaba en el retablo todas esas tradiciones.

Muchas de las historias que cuentan los artesanos —sin importar la línea con la que la trabajan— están relacionados a la temática costumbrista, a la religiosidad y las fiestas. Pero también están incluidas las que necesitan ser contadas, las que los marcaron o hirieron.

“El entorno y las vivencias influyen no solo en los materiales o formatos, sino también en la temática. Uno puede representar sus propias vivencias, pero si estás pasando por un momento difícil, lo vas a manifestar, porque el arte es una expresión”, indica Miranda.

Cuando las historias son difíciles de contar

Las Tablas de Sarhua son un arte popular que consiste en puntar y dibujar historias sobre tablones de madera como el molle, maguey o sauce. Esta expresión artística forma parte de nuestra cultura desde el siglo XVII y nació en Sarhua, distrito de Ayacucho, una de las regiones más golpeadas por Sendero Luminoso y el terrorismo de Estado durante los años 80.

En enero, el Museo de Arte de Lima (MALI) anunció que algunas tablas fueron confiscadas por ser consideradas apología al terrorismo, debido a que contenían el relato de agresiones a familias de la comunidad.

El maestro Urbano tiene una opinión distinta sobre estas piezas: “yo creo que esa vivencia, la del artesano que la creó, lo hizo porque realmente recordó lo que le ha marcado. Ha tratado de plasmar lo que ha visto.  Al final, es un arte que está demostrando”.

Vivencias como estas, agradables o dolorosas, forman parte de la historia de toda una generación de peruanos. Para Estela Miranda, nuestro arte popular es un camino más para conocerlas.

“Conocer parte de nuestras manifestaciones culturales y artísticas nos ayuda también a poder identificarnos”.

¿Te interesaría conocer más sobre estas expresiones? Visita el Museo Nacional de la Cultura Peruana y conoce sus talleres en este enlace.

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