Padres · 22 de Abr 2020
La actual rutina de limpieza y desinfección de nuestras manos las pueden estar afectando. Cuídalas con estas cremas caseras.
Freepik/Canal IPe
Las medidas sanitarias requieren que nuestros hábitos de higiene sean más rigurosos. Por ejemplo, debemos lavarnos las manos con frecuencia y durante el tiempo necesario para combatir al COVID-19. Asimismo, podemos agregar a nuestra limpieza implementos de desinfección. Lamentablemente, el uso excesivo de estos implementos puede resecar las manos y maltratarlas.
No podemos dejar de cumplir con la limpieza y desinfección. Pero podemos utilizar algunos productos que pueden contrarrestar los efectos negativos que ocasionan a nuestra piel, en ese caso, de nuestras manos.
Una excelente opción es usar crema hidratante y humectante. Estas van a aportar el agua que las células de nuestra piel necesitan. Actuando en las capas más profundas y creando una capa protectora que mantiene el agua en ellas.
¿Sabías que puedes hacerlas con insumos caseros? Así que no hay excusa para no tener aunque sea un pequeño pote de cremita casera en casa.
El coco es un gran aliado de la piel y la avena por supuesto no se queda atrás. ¡Van a hidratar y nutrir tu piel!
Para preparar esta crema necesitas una taza de coco rallado, una taza de leche caliente y una cucharada de avena. Una vez listos los ingredientes debes mezclarlos en la licuadora o en algún procesador de alimentos parecido. Esta mezcla debe quedar uniforme y debe obtener textura cremosa. Una vez lista deposítala en un envase limpio con tapa. Aplica la crema por quince minutos aproximadamente y luego enjuaga. ¡Vas a notar la diferencia!
La leche es un insumo ideal en las cremas debido a que también aportará vitaminas.
En este caso haremos una crema humectante, es decir, una que va a crear una capa protectora en la piel para que no pierda su hidratación natural. Lo bueno es que necesitarás solo dos ingredientes: leche y aceite. Puede ser aceite de oliva, aceite de soya o aceite de girasol, el que tengas en casa. Debes mezclar 100 ml. de leche con una taza de aceite. También puedes utilizar el doble de la medida de la leche. Es recomendable utilizar un batidor o algún implemento que mezcle de manera uniforme estos ingredientes. Y listo, tendrás tu crema casera.
Toma en cuenta estas rutinas cuando no vas realizar alguna actividad más. Por ejemplo, antes de dormir, cuando acaba tu día y con ello tus actividades diarias.
Es importante hidratar la piel, ya que podrá mantenerse más saludable, además de mantener su elasticidad. ¡Tu piel te lo agradecerá!