La estudiante de veterinaria que le devuelve la felicidad a los animales abandonados | canalipe.tv

Curiosidades · 19 de Dic 2019

La estudiante de veterinaria que le devuelve la felicidad a los animales abandonados

Melissa Remigio, ha creado un santuario que busca darle una buena vida a perros y gatos en peligro.

La estudiante de veterinaria que le devuelve la felicidad a los animales abandonados

Difusión / Canal IPe

Melissa Remigio es una joven estudiante de veterinaria que, motivada por su amor por los animales, abrió el Santuario Felicidad, un gran albergue ubicado en Pachacámac que busca darle una nueva oportunidad a los perro y gatos de la calle.

 

Desde muy pequeña sintió la necesidad de ayudar a los animales que sufren por el abandono de la gente. “Siento que el amor por los animales es algo con lo que se nace. Simplemente sientes que necesitas hacer algo por ellos”, dice. 

 

Su mamá, a pesar de no estar muy de acuerdo con la idea, la ayudaba con el dinero para la comida y las curaciones. Hasta que de dos pasaron a ser siete inquilinos y perdió la paciencia. Un día le dijo a Melissa que tenía que regresarlos a la calle. 

 

Ella se negó y con el poco dinero que tenía buscó desesperadamente un espacio en el que pudiera tenerlos a salvo. Así encontró el primer local del santuario, en Puente Piedra. Estuvo ahí durante un tiempo hasta que los metros cuadrados le empezaron a quedar chicos. 

 

“El primer lugar que conseguí lo pagué yo. Cuando nos mudamos al segundo ya pude recibir ayuda de diferentes personas comprometidas con la causa, que me apoyan de vez en cuando con el alquiler y con la comida, pero todavía lo sigo asumiendo casi todo”, cuenta.

 

La estudiante de veterinaria que le devuelve la felicidad a los animales abandonados

Un nuevo comienzo

El terreno de más 1000 metros cuadrados que consiguió la estudiante de veterinaria en Pachacámac es hoy el hogar de 80 perros y 30 gatos que reciben el cuidado que necesitan. 

 

“Yo me enfoco sobre todo en los casos difíciles. En esos a los que algunos veterinarios dicen que no tienen esperanza. Yo los salvo. Es increíble ver cómo ahora están sanos y felices”, explica.

 

Melissa cuenta con la ayuda de Liliana, una amante de los animales como ella que vive en el albergue y la ayuda a alimentar y darle amor a todos los residentes durante casi todo el día.

 

“Liliana y yo compartimos el mismo sentimiento. Es bueno saber que uno no está solo cuando tienes un proyecto tan difícil de sostener”, dice.

 

La estudiante de veterinaria que le devuelve la felicidad a los animales abandonados

Decisión responsable

Además del problema de conseguir la comida para todos sus huéspedes (porque comen varios kilos al día), ella cuenta con tristeza que las adopciones son complicadas porque la mayoría busca cachorros.

 

“Lamentablemente las personas quieren adoptar perritos pequeños. A los más jóvenes ya los hemos dado en adopción, pero los que quedan tienen entre tres y cinco años. Muchas veces me preguntan si tengo mascotas en adopción y les digo que sí, pero cuando les envío las fotos, ya no me contestan”, confiesa.

 

Melissa explica que tener un perrito mayor trae muchos beneficios porque ya no te rompen las cosas y te hacen caso más rápido. Ella busca acabar con la creencia de que los perros adultos “no valen la pena”. 

 

También quiere recordarle a la gente que tener una mascota requiere de responsabilidad, porque es un ser vivo al que tendrás que cuidar durante toda la vida.

 

“Invito a las personas que quieran visitar el santuario a vivir la experiencia. Está abierto los 365 días del año. Solo tienen que escribir a nuestra página y coordinar con nosotras y estaremos felices de recibirlos”, dice.

 

¡Sigamos su ejemplo y trabajemos por el bienestar de los que no tienen voz!

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